Angel González y Pedro Guerra música contada o poemas cantados.

En el año 2003 se edita el disco-libro "La palabra en el aire", Pedro Guerra canta algunos poemas y Angel González recita otros.

Angel González -

Poeta y ensayista español (1925-2008). Una bella entrevista que recupera su pensamiento político y poético.

Qué difícil es hablar el español

Juan Andrés y Nicolás Ospina, además de hermanos, son músicos. "Qué difícil es hablar el español" canta las peripecias de un estudiante canadiense que, decidido a aprender español, recorre distintos lugares de España y Latinoamérica.

Borges / Foucault

Debo el hallazgo de esta cópula a Furia Nocturna.


"Yo quiero que un libro, al menos del lado de quien lo ha escrito, no sea más que las frases de que está hecho; que no se desdoble en el prólogo, ese primer simulacro de sí mismo, que pretende imponer su ley, a todos los que en el futuro podrían formarse a partir de él. Quiero que este objeto-acontecimiento [...] se recopie, se fragmente [...] y finalmente desaparezca sin que aquel a quien le tocó producirlo pueda jamás reivindicar el derecho de ser su amo"

                          Foucault, M. prólogo de 1972 a Historia de la locura... (1964)


"A QUIEN LEYERE: Si las páginas de este libro consienten algún verso feliz, perdóneme el lector la descortesía de haberlo usurpado yo, previamente. Nuestras nadas poco difieren; es trivial y fortuita la circunstancia de que seas tú el lector de estos ejercicios, y yo su redactor."

Borges, J.L. Fervor de Buenos Aires (1923)

Cartas al Rey de la cabina

¡Este es el último que me compré!. Les convido buena parte de la presentación de este bellísimo libro. 
Cartas al Rey de la Cabina. Luis María Pescetti 
Ilustraciones de N.T.
México, Editorial Fondo de Cultura Económica, 2010. Colección Los especiales de A la orilla del viento.
“Paloma no entiende por qué su amado Rey de la Cabina la abandonó y se refugió en la parte más lejana del mundo, la cabina de una grúa. En 22 cartas, ella le expresará sus sensaciones, los recuerdos que tiene de su vida juntos, y, sin decirlo, le pedirá que regrese. En esta obra, Luis María Pescetti, reconocido músico y escritor de obras para niños, nos presenta de una forma poética la visión que tiene acerca del amor de pareja y todas sus contradicciones.”
(Texto extraído del catálogo on line de la editorial.)




Nazim Hikmet


“Desde los catorce años escribo poesías. Hay hombres que saben de memoria el nombre de cada estrella, yo, el de las nostalgias. He dormido en las cárceles y en los grandes hoteles. A los treinta años han querido ahorcarme, a los cuarenta y ocho quisieron concederme la medalla de la Paz y me la concedieron. Mis escritos están impresos en cuarenta idiomas y prohibidos en mi Turquía, en mi propia lengua”.

Nazim Hikmet. Poeta.  (Turquía, 1902-Moscú, 1963)

Ricardo Piglia

Autobiografía.
Cuando me vine a vivir a Buenos Aires, en marzo de 1965, al­quilé una pieza en el Hotel Almagro, en Rivadavia y Castro Barros (…) En ese tiempo trabajaba en la cátedra de Introducción a la Historia en la Facultad de Humanidades y viajaba todas las semanas a La Plata. Había alquilado una pieza en una pensión y me queda­ba tres días. Tenía la vida dividida, vivía dos vidas en dos ciu­dades como si fuera dos tipos diferentes, con otros amigos y otras circulaciones en cada lugar. Lo que era igual, sin em­bargo, era la vida en la pieza de hotel. Los pasillos vacíos, los cuartos provisorios, el clima anónimo, la sensación de estar siempre de viaje. Vivir en un hotel es el mejor modo de no caer en la ilusión de "tener" una vida personal, de no tener quiero decir nada personal para contar salvo los rastros que dejan los otros. La pensión en La Plata era una casona inter­minable convertida en una especie de hotel berreta mane­jado por un estudiante crónico que vivía de subalquilar los cuartos. La dueña de la casa estaba internada y el tipo le gira­ba todos los meses un poco de plata a una casilla de correo en el hospicio de Las Mercedes. La pieza que yo alquilaba era cómoda, con un balcón que se abría sobre la calle y un techo altísimo. También la pieza del Hotel Almagro tenía un techo altísimo que daba sobre los fondos de la Federación de Box. Las dos piezas tenían un ropero muy parecido, con dos puertas y estantes forrados con papel de diario. (…) La casa de pensión en La Plata todavía está y todavía sigue ahí el estudiante crónico que ahora es un viejo tranqui­lo que sigue subalquilando las piezas a estudiantes y a viajan­tes de comercio que pasan por La Plata siguiendo la ruta del sur de la provincia de Buenos Aires. También el Hotel Alma­gro sigue igual, y cuando voy por Rivadavia hacia la Facultad de Filosofía y Letras de la calle Puán, paso siempre por la puerta y me acuerdo de aquel tiempo. Enfrente está la confi­tería Las Violetas. Por supuesto hay que tener un bar tran­quilo y bien iluminado cerca si uno vive en una pieza de hotel.